Y tú, ¿hablas balleno?
Y tu, ¿hablas balleno?.

¿En serio pensabas ligar conmigo con esa pregunta?... Pues lo conseguiste. Es la pregunta más absurda y a la vez más atrevida que jamás me han hecho.
Mira que me lo advirtieron: Vendrá Juan, su hermano. Te caerá bien.
No hice ningún caso a Mónica. Ella me conoce demasiado bien, desde la facultad para ser exactos. Pero yo no quería ni salir a cenar esa noche. Hubiera preferido quedarme en el sofá.
Y ya ves, antes de sacar el postre había perdido la cuenta de cuántas veces me habías hecho reír.
Tengo que reconocerte que me lo pasé bien. Pero yo pensaba dar la vuelta a la esquina y seguir hacia mi casa, sin más. Pero a la vez algo en mí, quería que dijeras mi nombre y que tuviera que girarme. Finalmente me pediste el Messenger. Al día siguiente, encendía cada poco el ordenador. Me parecía una locura. Sí, lo sigue siendo. Eres mi locura preferida